Marcel deberá explicar que la TPM no es una varita mágica

El BC tiene varios desafíos donde puede contribuir más allá de la política monetaria, por ejemplo, ayudando a aumentar los niveles de inversión en Chile», dice el economista y director de Denk Consultores.

Pablo Guarda

Negocios, La Tercera

No sólo el mercado podría presionar al nuevo presidente del Banco Central (BC) para que baje la tasa de política monetaria (TPM), sino que el mundo político podría intentar aprovechar la mayor cercanía de Mario Marcel con el oficialismo para que impulse el crecimiento. Esta es una de las tesis que plantea Pablo Correa, director de Denk Consultores, aunque también sostiene que “no le pueden pedir que la política monetaria gane la elección presidencial en noviembre, no es la herramienta”.

 

¿Cree que Marcel tendrá un debut complicado en la institución en este sentido?

Lo más relevante del punto de vista del Banco Central es que ellos dijeron que la inflación finalmente va a converger, algo que vinieron a corroborar los últimos datos del INE. Eso por supuesto que abre el camino, en el sentido de que la inflación ya no es un problema. Se puede observar el resto de las variables, como podría ser la actividad, a ver si hay espacio para que la política monetaria actúe sobre ella.

¿Recibe un escenario menos complejo que el de los últimos años?

Respecto al tema inflacionario, es cierto que los últimos dos años de la presidencia de Rodrigo Vergara fueron sumamente complejos, pero no por eso Marcel tendrá una gestión más fácil; será distinto, porque le tocará asumir algo que no sabemos cómo va a resultar, como es la normalización de la política monetaria en el mundo. Probablemente todos los banqueros centrales en el mundo están esperando a ver cómo van a reaccionar el precio de los activos, los flujos de capitales, las paridades…

 

Y desde el ámbito local, ¿cómo será el desafío?

Un primer supuesto, muy relevante, es que el ministro Rodrigo Valdés pueda tramitar sin problemas su presupuesto para 2017. Eso sin lugar a dudas, junto a una inflación que volvió rápidamente el 3%, le deja un espacio para poder ajustar una política monetaria más expansiva.

No obstante eso, la tarea más difícil que va a tener, y probablemente se vincule con el hecho de que es cercano al Partido Socialista y tiene mayor cercanía con la coalición de Gobierno, será transmitir y convencer al mundo político que el estímulo monetario no es una varita mágica.

¿Tendrá que moderar las expectativas de un mayor crecimiento impulsado por el BC?

Claro, tendrá que explicar que la política monetaria puede suavizar algunos ciclos, cuando hay problemas crediticios o de cierre de mercados de capitales externos, pero esto no funciona simplemente estableciendo una tasa menor y que se recupere necesariamente la inversión y el crecimiento en forma instantánea. Deberá explicar este concepto, que puede ser técnico o árido, a un mundo político que quizás espere que alguien de su misma sensibilidad le dé otro tipo de noticias. Podríamos ver algunas solicitudes, aunque no me cabe la menor duda que él no las escuchará.

¿Qué otros desafíos podría enfrentar, más allá de 2017?

El BC tiene varios desafíos donde puede contribuir más allá de la política monetaria, por ejemplo, ayudando a aumentar los niveles de inversión en Chile. Esto tiene relación, en parte, con la regulación del mercado del crédito. Algo se ha avanzado, pero quizás lento respecto a lo que podría estar exigiendo el ciclo. Podría darle una mayor importancia a la supervisión del mercado financiero, la regulación del mercado de capitales, los medios de pago, etc, son herramientas de política que tienen efectos sobre productividad, sobre inversión y atracción de flujos, lo que puede impulsar el PIB potencial.

Negocios – La Tercera
Autor: Pablo Guarda
NOV 7, 2016
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